A principios de año, las tendencias educativas apuntaban a la incorporación del huerto escolar en las escuelas como método de aprendizaje a través de la práctica y como herramienta para desarrollar las habilidades cognitivas de los estudiantes. Actualmente, sigue siendo la asignatura pendiente de muchos colegios urbanos.
En comunidades como la Comunitat Valenciana casi la mitad de colegios urbanos cuentan con su huerto escolar, siendo más del 90% de tipo ecológico. Además, otras estadísticas apuntan que el 93% de los centros asegura que estarían interesados en recibir asesoramiento del Ayuntamiento sobre la gestión y el mantenimiento de los huertos. Los centros que no disponen de huerto escolar, el 79,4% asegura haber considerado la creación de uno, y el 88,5% de ellos aceptaría ser asesorado por el Ayuntamiento para ello. Por lo tanto, el huerto escolar sigue siendo la asignatura pendiente por parte de muchos centros educativos con más ganas de implementar.
¿Qué es un huerto escolar?
Todos los seres humanos experimentamos beneficios saludables al estar en contacto con las plantas. En el caso de los pequeños y jóvenes, el beneficio se potencia debido a que nacen en entornos urbanos y, probablemente, desconectados de la naturaleza. Una manera de paliar esta situación es a través del huerto escolar. Esta actividad les permite participar en todo el proceso de siembra, desarrollo y cosecha de hierbas y vegetales para que los estudiantes aprendan de forma práctica mientras se divierten.
Por lo tanto, un huerto escolar es un espacio reservado dentro del colegio a cultivar vegetales, plantas aromáticas y medicinales para su posterior uso. Existen distintos tipos de huertos: en el suelo, en macetas, en jardineras e, incluso, en materiales reciclados como palets o tuberías de PVC. Otro formato muy práctico son los huertos verticales, que nos permiten trabajar cómodamente.
Cada territorio geográfico tiene sus particularidades ambientales. Son varios los factores que influyen en que en cada área crezcan unas determinadas frutas y verduras, donde también influye la época del año. La tendencia que, en este 2020 seguirá en auge, es la de contar con un huerto escolar para que seas los propios estudiantes los que aprendan sobre las plantas y su cuidado. Y, no solo esto, también aprenderán sobre cómo hacer un uso responsable y sostenible de las mismas, para qué emplearlas, cómo favorecer a su alimentación, etc.
No se cuida lo que no se ama y no se ama lo que no se conoce.
OG Wall de Optimus Garden - Huerto escolar
Huerto escolar interior con luz artificial - Optimus Garden
Beneficios de contar con un huerto escolar
Tener un huerto escolar desata una energía contagiosa y creativa tanto para los estudiantes como para el profesorado. Se fomenta el trabajo en equipo adquiriendo la bonita responsabilidad de cuidar de seres vivos. Estos son algunos de los beneficios que ofrece el huerto escolar:
- Promueve una conciencia de cuidado y respeto por el medio ambiente gracias al contacto directo con la naturaleza. Es un escenario perfecto para hablar de sostenibilidad, alimentos de proximidad y km 0 y de cómo contaminar menos.
- Fomenta el learning by doing, es decir, aprender experimentando, probando y haciendo. La mejor manera de aprender es llevándolo a la práctica.
- Es una actividad que promueve valores tan básicos como el compromiso, la responsabilidad, la paciencia, la cooperación o trabajo en equipo. De hecho, en los colegios que cuentan con huertos escolares de Optimus Garden son los alumnos los que se ocupan del huerto (patrulla verde).
- El huerto escolar permite crear un calendario de actividades en la que los estudiantes podrán desarrollar un trabajo colaborativo. Para su buen funcionamiento, es necesario que se trabaje con organización y haya un reparto de tareas que pueden ir rotando cada cierto tiempo. Cada 3 meses (durante el periodo de vacaciones) cambiamos las plantas para ajustarnos a las variedades de cada temporada. Cada planta viene acompañada de su descripción y usos para que los alumnos puedan tener a mano la información más importante sobre cómo cuidar su huerto escolar.
- Favorece una alimentación saludable no solo dentro del entorno del colegio, sino también en el núcleo familiar. Niños y jóvenes comparten su aprendizaje en casa. Cada vez que hacemos un cambio de plantas, los niños de la patrulla verde se llevan la planta a casa.
- Se aprende sobre cómo generar menos residuos. En un entorno sostenible todo se aprovecha. Los alumnos hacen compost con las hojas secas o la poda que no se utiliza.
- Se valora el agua y el no malgastarla. Los huertos sin tierra (hidropónicos) tiene un circuito cerrado del agua y resulta un 80% más eficiente que los huertos tradicionales.
Cómo influye el huerto escolar en el día a día de los estudiantes
Los colegios que ya cuentan con un huerto escolar fomentan, como anteriormente hemos apuntado, el trabajo en equipo. Normalmente, los huertos son dinamizados por el profesorado, por los estudiantes, por la dirección del centro e, incluso por el AMPA. ¿Qué quiere decir esto? Que son varias las figuras, dentro del sistema educativo, que participan en la manutención del huerto.
En este sentido, es muy importante que la empresa que se ocupe de instalar el huerto escolar asegure un seguimiento trimestral del huerto y de los distintos talleres educativos. Talleres como:
- germinación,
- poda,
- esquejes de plantas,
- detección de plagas,
- conciencia medioambiental,
- etc.
También de suministrar el material para los talleres y de responder a las dudas que van surgiendo a lo largo de la actividad.
En la mayoría de huertos escolares el alumnado visita el espacio al menos una vez a la semana, esta sería la periodicidad estándar. Pero es cierto que, en otras escuelas las visitas pueden ser diarias. La menos recurrente es la que supone una visita al mes por parte de los estudiantes. Aún así, todos los meses tienen contacto con el huerto escolar.
Lo más sorprendente para muchos estudiantes es que el huerto escolar ayuda a aprender sobre muchas materias como arte, literatura e, incluso, matemáticas. Se emplea este recurso para hacer las clases más dinámicas y prácticas.
OG Wall de Optimus Garden - Huerto escolar
Alimentación saludable y slow food en los colegios urbanos
La alimentación saludable en los colegios sigue siendo una de las asignaturas pendiente a aplicar en la mayoría de las escuelas. Reconocidos chefs, como Juan Llorca, defienden que la alimentación de los más pequeños debe basarse en verduras ecológicas, legumbres y pescado principalmente y que se reduzcan carnes, procesados y azúcares. Además, está demostrado que el 75% de las familias acaban aplicando este tipo de alimentación en el hogar. Influyendo positivamente en todo el núcleo familiar.
De toda esta necesidad, han surgido movimientos como el slow food. Un movimiento que valora la calidad, teniendo en cuenta la procedencia de las materias primas y el modo de cocinarlas. Una tendencia que ha llegado a muchos restaurantes pero que también, en algún momento, tendrá que ser contemplado dentro del programa educativo de las escuelas. Este concepto se refuerza enormemente con la presencia de un huerto escolar que ayude a cumplir objetivos claros en el consumo responsable, sostenible y saludable de alimentos. Apostar por ello, aleja a los pequeños de un consumo desorbitado de procesados y ultraprocesados, así como azúcares, alimentos refinados y exceso de carnes que ya se ha demostrado que son perjudiciales para la salud.
La opción más práctica que proponemos desde Optimus Garden es la incorporación de un huerto vertical, desde el que se trabaja muy cómodamente y que puede instalarse fácilmente. Empleamos el sistema de cultivo hidropónico, ideal para el cultivo de vegetales, plantas aromáticas y medicinales. Su mantenimiento es sencillo y consiste en aportar los nutrientes necesarios a las plantas directamente del agua, por ello no es necesario la tierra.
Instalación OG Wall de Optimus Garden en un colegio.
Otra de sus ventajas es que, al ser un huerto vertical, ocupa poco espacio y puede ubicarse tanto en interior como exterior, todo dependerá de las necesidades de cada colegio. En esta instalación, la ubicación fue en el patio de recreo ya que el objetivo principal era darle visibilidad y que se convirtiera en un elemento importante en la rutina de los estudiantes.
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